Una vez más Alex Saab ha sido víctima de la censura por parte de Internet y la plataforma Twitter, pues la cuenta Twitter en la cual se defienden los derechos del embajador venezolano ha sido suspendida por razones desconocidas; y es que con solo pocos días de haber sido abierta, la compañía suspendió la cuenta deliberadamente.
Cabe destacar, que ya es la segunda vez que esta situación se presenta, sin embargo se desconoce cuáles son las normas y políticas violadas para que la red social haya tomado esta medida, que parece más una retaliación o un ensañamiento contra el diplomático venezolano.
En este contexto, da mucho que pensar porque mas que ser objeto de censura por parte de las redes sociales, se está atentando contra la dignidad de una persona al querer defenderse de la difamación perpetrada por periodistas de poca ética; y es curioso que estas situaciones se han venido presentando progresivamente dentro de esta red social, al punto de crear un cerco mediático contra aquellas personas que de una u otra forma tengan una opinión adversa a los grupos de poder como Estados Unidos y puedan, a su vez, poner en riesgo los intereses de las transnacionales de la comunicación e información.
Haciendo un poco de memoria, no es un hecho aislado que el 8 de enero del año pasado Twitter suspendió las cuentas del despacho de la presidencia de la República, los Ministerios de Petróleo, Finanzas y Turismo a la vez que suspendieron otras cuentas que representan ramas de las fuerzas armadas, incluida la Guardia Nacional y la Armada Bolivariana venezolana.
Además de ello, el 17 de Marzo del año pasado Twitter también suspendió la cuenta de la Vicepresidenta Delcy Rodríguez quien denunció a través de Instagram “Twitter ha suspendido, de manera vergonzosa y abusiva, canales de información a integrantes de la Comisión Presidencial para Prevención, Atención y Control del (nuevo coronavirus) COVID-19”.
Ubicando el contexto en el cual la red social tomo esa arbitrariedad, podemos destacar que para la fecha estaban apareciendo en nuestro país los primeros casos de la COVID-19 y la Vicepresidenta de la República tiene la responsabilidad de informar a la población sobre el balance que se tiene y como se esta manejando la pandemia dentro de la República Bolivariana de Venezuela.
A esta serie de sucesos se le suma un reportaje que se había realizado anteriormente donde se demostraba era tanta la desesperación de Estados Unidos como los grupos de ultraderecha, que ya están buscando las maneras de censurar a través de Internet todos los contenidos que apoyen las revoluciones y que den visibilidad a los defensores de un modelo alternativo y distinto al sistema neoliberal.
En la actualidad resulta absurdo hablar del libre derecho que tienen las personas a comunicar e informar, si plataformas como Twitter clausuran cuentas de personas que estén ligadas con la izquierda.
En ese contexto habría que preguntarse ¿Dónde queda la libertad de expresión? ¿Dónde queda el deber de informar y el derecho de ser informado?. Además de ello ¿Dónde queda el derecho que tenemos las personas para comunicarnos?; no se puede pretender que la comunicación fluya de manera unidireccional y taxativamente porque traería consecuencias devastadoras para la sociedad.
En consecuencia; no se puede pretender crear una espacio donde la comunicación se sintetice en solamente un grupo hablar y otro escuchar; la discusión y el dialogo siempre deben estar abiertos y no se pueden hablar de acuerdos cuando no se le da la libertad plena a las personas a expresar cuanto piensan y sienten.
Comentarios
Publicar un comentario