La Campaña por la libertad del diplomático secuestrado Alex Saab sigue creciendo / Foto: Cortesía Iván Lira |
Hemos visto que la forma con que regularmente la fiscalía y el departamento de justicia de los Estados Unidos aplica la justicia es de una forma retorcida que viola hasta los principios del derecho.
Por: Johan Pérez | @MarxistaJohan
Son múltiples las acusaciones deliberadas que se han orquestado sin ninguna base o sustento para incriminar a Alex Saab, y este asunto trasciende al solo hecho de que Alex Saab rompió el bloqueo.
Este ultimo termino, que ubica una realidad palpable que nadie puede negar, fue sostenido de forma despectiva por parte de los “periodistas” miameros y colombianos, que de acuerdo a su narrativa, Alex habría “violado las sanciones de Estados Unidos”.
Dicho pues de esta manera, el artificio de la mal llamada "prensa libre" fue lo que catapultó una campaña difamatoria contra el diplomático venezolano y el gobierno de Nicolás Maduro. En este sentido vale recalcar que lo que evidenciaron portales como Armando.info, El Tiempo y otros; era que llevar alimentos, medicamentos y combustible a un país bloqueado se constituía como una “violación” a la ley nacional de los Estados Unidos.
Así se evidenció que según el marco legal del país norteamericano, Alex Saab se había convertido en un criminal basándose en una ley sancionada dentro de un país, la cual aun pretenden imponer a nivel mundial. Con este cinismo y la falta de seriedad, la casa blanca busca imponerse al tiempo que impulsan una feroz campaña atribuyéndole al funcionario venezolano delitos de lavado de dinero y otras prácticas de las cuales no han mostrado ninguna prueba.
No solo es Alex
Pero lo más sorprendente aun, es que esta práctica dentro del gobierno norteamericano es parte de su cotidianidad y lo venden como un acto de "justicia". Esto se puede demostrar con el secuestro tortura y condena del ecuatoriano Nelson Serrano, un hombre de 83 años quien desde el año 1997 fue perseguido por la justicia norteamericana atribuyéndole el asesinato de cuatro personas sin tener una sola prueba palpable del hecho.
Nelson Serrano, empresario secuestrado y condenado injustamente por Estados Unidos / Foto: Cortesía |
El 3 de diciembre de 1997 fueron asesinados Frank Dosso, Diane Patisso, George Patisso y George Gonsalves en Bartow. Serrano tenía una empresa junto a Gonsalves y Phill Dosso, el padre de Frank y Diane. Para la “justicia estadounidense”, Serrano tenía un motivo: seis meses antes de los asesinatos, Serrano y su hijo Francisco, contador de la empresa, se habían apartado del negocio por disputas con los otros dos socios.
Tres años después de los asesinatos, Serrano, que fue investigado como sospechoso, pero nunca fue incriminado, se jubiló y regresó a Quito libre de cargo alguno. Años más tarde en el 2002, dos estadounidenses sobornaron a funcionarios policiales de Ecuador para llevárselo a Estados Unidos, y el 31 de Agosto en la noche fue trasladado al Aeropuerto Mariscal Sucre, donde lo encerraron en una jaula para perros, para esconderlo torturarlo y embarcarlo en un vuelo comercial hacia Miami, simulando una deportación que no cumplía con dichos estándares. Ya en territorio norteamericano fue juzgado sin el derecho al debido proceso y en el 2007 fue sentenciado a la pena capital.
Al respecto de este turbio mecanismo, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) se declaro contra las arbitrariedades de la justicia estadounidense solicitando la libertad de Serrano la cual no ha sido cumplida por Estados Unidos.
Paralelismo
De acuerdo a lo expuesto con anterioridad hemos visto que la forma con que regularmente la fiscalía y el departamento de justicia de los Estados Unidos concibe la justicia de una forma retorcida que viola hasta los principios del derecho y se deslastra del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
Al día de hoy, también vemos a un juez racista, con un oscuro pasado repleto de escándalos, tratando de aplicar "justicia" y pretendiendo decidir sobre un hecho que ni siquiera debería ser puesto en duda, como la inmunidad e inviolabilidad de Alex Saab. Esto demuestra como dicho personaje ejerce sus funciones de manera desequilibrada, amordazando a la defensa e irrumpiendo el derecho a la privacidad que tiene Alex Saab al igual que su derecho a comunicarse con sus familiares y seres queridos.
Por otra parte, vemos de la misma forma como una red de extorsionadores comunicacionales, se han encargado de llevar una campaña de asesinato moral sobre Alex Saab y quienes le rodean atribuyéndose un rol inquisidor para descalificar deliberadamente a los familiares de Alex Saab, así como al gobierno nacional por no ceder a los intereses de Estados Unidos y, de igual forma, no ceder a los chantajes que estaban acostumbrados a hacer con los pasados gobiernos de ultraderecha.
Esa es la base sobre la cual tanto el gobierno yanqui como sus canallas mediáticos atacan y agreden diariamente al gobierno y pueblo venezolano.
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