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Una nota de Bloomberg publicada recientemente expone que la oposición venezolana apoyada por Washington propone un alivio del bloqueo económico, financiero y comercial para que el gobierno del presidente Nicolás Maduro vuelva a las mesas de negociaciones que se estaban llevando a cabo en México, conversaciones de las que se retiró Venezuela tras la extradición ilegal del diplomático Alex Saab a Estados Unidos.
De acuerdo a una entrevista del medio neoyorquino al exdiputado Juan Guaidó, el plan presentado al gobierno estadounidense podría arrancar antes de que se reanuden las jornadas de diálogo, pedido -nada novedoso- que hace el político para que haya elecciones libres "lo antes posible", así como cambios en el sistema judicial.
"Está sobre la mesa, con el objetivo de fortalecer a la oposición en su papel de interlocutor y la posibilidad de un acuerdo", recoge Bloomberg News de una entrevista desde Caracas. "La dictadura tiene que dar una respuesta".
Esa no era su postura cuando recién autoproclamó su gobierno ficticio, momento en el que el apoyo mediático y de otros países le inflaban su actitud envalentonada y no quería negociar nada con el Gobierno Bolivariano.
"Un funcionario del Departamento de Estado dijo que Estados Unidos no adelanta acciones en materia de sanciones", señala el medio estadounidense, lo que coincide con este nuevo discurso de la oposición extremista.
"El régimen de Maduro puede crear un camino para aliviar las sanciones al participar en discusiones sinceras con la oposición para crear las condiciones necesarias para permitir que se celebren elecciones libres y justas en Venezuela", dijo el exdiputado en una respuesta escrita a preguntas hechas por el medio.
Guaidó en esta respuesta hace creer que el bloqueo contra Venezuela son responsabilidad del gobierno y no de la presidencia fake que impulsó el bloqueo y el saqueo contra el país. Por otra parte, vale recordar que es el presidente Maduro el que ha propiciado todas las rondas de diálogo para buscar una salida a la crisis.
¿POR QUÉ EL CAMBIO EN EL DISCURSO?
Sin embargo, más que una estrategia de Guaidó, que no ha tenido una agenda propia, parece ser Estados Unidos quien no quiere perder protagonismo, tiempo y recursos. Fue muy grande la apuesta del imperio decadente por un proyecto cuyo "poder" se fue diluyendo en muy poco tiempo. Incluso se ha cuestionado públicamente la continuación de su apoyo, aunque desde Washington no se han tomado pasos concretos en ese sentido.
¿Qué pasó en tres años de "gobierno paralelo" y férreas "sanciones"? Se profundizó la crisis política y el bloqueo criminal con consecuencias catastróficas para toda la población. Asimismo, se consolidó el despojo de activos y el robo de recursos en el exterior gracias a las acciones del gobierno fake.
Sin embargo, el objetivo primordial de la estrategia no se cumplió: debilitar y acabar con la Revolución Bolivariana. Sin ingresos petroleros y el deterioro de la calidad de vida de los venezolanos, el presidente Maduro logró sortear la crisis. Incluso salió ileso de estrategias más extremistas como la de ponerle precio a su cabeza, la Operación Gedeón y las constantes amenazas desde Colombia.
Sin duda alguna, las circunstancias en las que hoy se encuentra Venezuela son muy distintas a las de 2019. Más allá del deterioro y el saqueo, la táctica de las "sanciones" no logró el objetivo planteado. Sabiendo este cambio de paradigma, sobre todo tomando en cuenta la derrota de su ficha Guaidó, ¿por cuánto tiempo iban a seguir dilatando la misma estrategia?
Lo cierto es que las medidas coercitivas unilaterales fueron fuertemente cuestionadas por las consecuencias devastadoras en los sectores más vulnerables del país, medidas que no cesaron aun con la llegada de la pandemia por covid-19.
Varios informes recientes como el de la Relatora Especial de la ONU, Alena Douhan, y el del economista antichavista Francisco Rodríguez revelaron el carácter criminal de las "sanciones" y concluyó que las mismas tienen motivaciones políticas, atentan contra los derechos humanos más fundamentales y violan el derecho internacional.
El nuevo relato de Guaidó coincide con el del embajador de Estados Unidos en Venezuela, James Story, quien en enero dijo, de acuerdo a Bloomberg, que están "dispuestos a levantar, suavizar y cambiar las sanciones cuando haya negociaciones que produzcan cambios para restaurar las instituciones y la democracia en Venezuela".
Como se dijo anteriormente, es innegable la vocación de diálogo del gobierno venezolano. Que se haya abandonado momentáneamente las negociaciones de México no significa que haya pateado la mesa, como ha hecho el antichavismo en otras oportunidades, sino a una postura de dignidad ante un hecho irregular: el secuestro de Alex Saab.
Sin embargo, a principios de enero el presidente Maduro señaló que podría volver a la mesa de negociaciones si se tomaban "acciones positivas" para restablecer el diálogo en México. Esto es una señal de que Venezuela vuelve al diálogo si se cumplen ciertas exigencias y no porque se sienta acorralado por Estados Unidos y Guaidó, quienes parecen estar en un bucle sin sentido político ni estratégico, salvo el de la destrucción antivenezolana. ¿Cómo salir de allí sin que parezca una derrota?
"Esperamos iniciar las negociaciones lo antes posible", dijo Guaidó, al tiempo que amenaza con más endurecimiento de la guerra financiera contra la República Bolivariana. La realidad es que difícilmente pueda tener el poder para exigir.
OTRO PANORAMA
Aunque Bloomberg no admite que el colapso histórico que ha sufrido la economía venezolana se debe a la guerra multiforme y el bloqueo imperial, reconoce que el chavismo se ha consolidado políticamente con la victoria en las últimas elecciones, el fin de la hiperinflación y el crecimiento de la economía en 2021 por primera vez en siete años, afianzamiento que terminó por sepultar al "gobierno paralelo".
El actual momento nos hace pensar con cuáles fichas cuenta la oposición y Estados Unidos para jugar en el tablero político en el país.
El fracaso de la campaña de recolección de firmas a nivel nacional, que buscaba forzar un referéndum para revocar al presidente Maduro, supone otro revés para la oposición venezolana. A la cita solo acudió un poco más del 1% del 20% necesario en todos los estados más la capital para activar el mecanismo.
"Los venezolanos no tendrán otra oportunidad de destituir a Maduro a través de las urnas hasta las elecciones previstas para 2024", refiere el medio.
A propósito de esta nueva derrota, que atribuye a una táctica del gobierno y no a la desmovilización y división en las oposiciones, Guaidó dijo: "Sin esa opción, el reto que tenemos ahora es cómo movilizarnos, cómo organizarnos, cómo encontrar espacios de participación seguros para que la gente pueda expresarse".
Si bien la política de "sanciones" no ha variado y la Casa Blanca no se ha pronunciado al respecto, se avizora, al menos, un cambio en el discurso. Solo queda esperar si Estados Unidos y su ficha Guaidó se suman al diálogo, la propuesta inicial del chavismo, cuestión que significaría una nueva victoria del Gobierno Bolivariano sobre la guerra contra la sociedad venezolana.
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