Por: Johan Pérez | @MarxistaJohan
En medio de la oscuridad se puede llegar a un pensamiento más profundo y entender que la vida no solo se basa en percibir, sentir e interpretar cada estimulo exterior; sino crear una dinámica que permita al individuo, como minúscula partícula de paso por este plano, dar el equilibrio oportuno a la vida.
Pese a la infamia, la injuria y el ataque desmesurado hacia Alex Saab; por lo que ha hecho, por lo que cree y por sus orígenes; esa actuación de aquellos que se presumen moralistas demuestra cuán visceral es su tránsito por la vida.
A estas alturas los canallas mediáticos, la ultraderecha y el imperialismo creen que sus acciones han de dañar a un hombre, al cual paradójicamente le han dado la oportunidad de reinterpretar sus conjeturas dañinas, convirtiendo estas en una fortaleza, pues quien no ha sabido llevar una vida austera, humilde y separada de cualquier ego jamás sabrá lo que es la resistencia.
Ni la fama ni la fortuna preocupan a un estoico, y en este caso a Alex Saab, pues ellos entienden que su paso por este mundo no se centra en el placer individual y por el contrario se preocupan por la satisfacción colectiva.
No hay arrepentimiento alguno del paso que se ha dado en medio de obstáculos y abismos, no hay miedo a la advertencia de quien prefiere la comodidad de su morada desviando la mirada ante el desvalido que es atacado por forasteros y que pretenden valer su dogma mediante la fuerza.
Nada de lo que Alex ha hecho por su pueblo y por su gente es motivo de cuestionamientos, pues la solidaridad nace entre semejantes y con ella se refuerzan vínculos afectivos como los lazos familiares, por eso haber desafiado a Estados Unidos no es un delito, es una acción digna y honorable para el guerrero.
Decía el gran pensador Albert Einstein que la crisis eran una oportunidad y en Venezuela eso precisamente es lo que estamos haciendo, estamos innovando nuestros modos de vivir y nuestra concepción del mundo y ese es el mayor miedo de Estados Unidos.
Porque en ese país extranjero donde se tiene todo pero a la vez nada, donde cada sujeto se valora por lo que posee y no por lo que hace, donde la fama es el menú del día; ese mismo país le tienen miedo al cambio y por eso ven a Venezuela como una amenaza; porque los cambios que venía haciendo el gigante Chávez y los cambios que queremos hacer con el presidente Maduro son amenazas inusuales y extraordinarias, a esa sociedad corrompida que ha convertido todo en una mercancía u objeto.
Los representantes de esta nación del norte aun no entienden como hemos resistido tanto y como somos capaces de seguir resistiendo, porque ellos nunca han tenido que transitar las dificultades, ellos crean las adversidades para deleitarse con el sufrimiento ajeno y quienes atacan a Saab son el fruto de esa sociedad; por eso es que nunca podrán humillar a Alex ni a Venezuela.
Sepan pues, que por más que hagan y digan cuanto quieran, no podrán romper el orgullo de acero venezolano que se fortifica en el amor, la solidaridad y el respeto.
De igual forma comprendan aves de carroña, que tampoco podrán acabar con la Revolución porque así traten de desaparecer a sus actores del plano terrenal, las ideas no pueden ser aniquiladas y la historia ha testificado que por cada revolucionario que el imperialismo desaparece más grandes se vuelven las revoluciones.
¡FREE ALEX SAAB!
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